Historia de la Ciudad de Mexico
Datos personales
jueves, 14 de abril de 2011
Esta es una pequeña muestra de nuestras raices
El Distrito Federal o Ciudad de México es la capital de México y sede de los poderes federales de ese país.[5] Forma parte de la novena aglomeración urbana con más habitantes en el mundo,[6] y la segunda mayor de América Latina.
La superficie del Distrito Federal ocupa poco más de 1 400 kilómetros cuadrados, la décima parte de la cuenca de México. En 2010 vivían ahí más de 8 millones de habitantes,[7] por lo que la capital es la segunda entidad federativa mexicana con mayor población, después del estado de México.
El ingreso per cápita del Distrito Federal ascendía en 2008 a 281.110 pesos mexicanos, lo cual equivalía en dólares nominales de septiembre de 2008 a 25.258 dólares.[8]
El Distrito Federal es una entidad federativa con estatuto político especial por ser la sede del gobierno federal mexicano. Nominalmente se encuentra bajo el dominio del Ejectuivo federal, pero el ejercicio del gobierno local corresponde desde 1997 a una autoridad electa por los capitalinos.
Siglo XX
Mexico Siglo XX
comienzo de la Revolución. Esta guerra civil puso punto final al período conocido como Porfiriato. En esa época, el Distrito Federal fue ocupado sucesivamente por los maderistas, los zapatistas y villistas y finalmente los carrancistas. Esta última facción sería sustituida por el llamado Grupo Sonora, que a su vez daría lugar al Partido Revolucionario Institucional (y sus antecedentes) que dominó el gobierno de México desde 1929 hasta el año 2000.
En 1929 fue suprimido el régimen municipal en el Distrito Federal, con lo que las trece municipalidades existentes en su territorio desaparecieron. Más tarde sería promulgada una ley que dividió la entidad en dieciséis delegaciones políticas cuyos pobladores estaban imposibilitados de elegir representantes y gobiernos locales hasta el 2000.
Con el período de apogeo económico conocido como Milagro mexicano (décadas de 1950 y 1960), la ciudad de México vivió una época de urbanización sin precedentes en el país. Su población se duplicaba en menos de veinte años, y fue absorbiendo poco a poco a los poblados cercanos, hasta desbordarse del territorio del DF. Fueron inauguradas numerosas obras públicas en ese período. Entre ellas se puede citar a la Ciudad Universitaria o el Estadio Azteca.
También a partir de 1950, la ciudad de México fue el escenario de numerosas expresiones de inconformidad con el gobierno priísta. En la década de 1950 tuvo lugar la protesta de los ferrocarrileros, que terminó con el encarcelamiento de varios de sus líderes (como Demetrio Vallejo). En 1968, los estudiantes de numerosas escuelas públicas y privadas también iniciaron una serie de protestas que concluyeron con la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre. Tres años más tarde, el 10 de junio de 1971 una manifestación de estudiantes de la Escuela Normal Superior fueron atacados por el Ejército Mexicano en lo que se conoce como Jueves de Corpus.
El 19 de septiembre de 1985, la ciudad de México fue semidestruida por un terremoto de 8,1 grados Richter. A partir de entonces, la sociedad civil capitalina comenzó a tomar cada vez más en sus manos el control de aquellos espacios que el Estado había dejado abandonados. Como resultado de lo anterior, en las controvertidas elecciones federales de 1988, el PRI fue derrotado ampliamente en el Distrito Federal por el FDN.
Para 1997 el Distrito Federal eligió a su jefe de gobierno por primera vez desde 1929. En esa ocasión el PRI perdió el control de la ciudad a manos del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Este partido ha ganado las elecciones para jefe de gobierno del Distrito Federal en tres ocasiones consecutivas (1997, 2000, 2006).
Siglo XIX
Creación del Distrito Federal
Tras la independencia la Ciudad de México era parte y capital del Estado de México. El 18 de noviembre 1824 el Congreso, decidió crear un Distrito Federal, una entidad distinta a los demás estados, para albergar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, territorio que no perteneciese a ningún estado en particular y así evitar la influencia excesiva de un estado sobre los demás de la federación sino a todos por igual.
El territorio del Distrito Federal se conformó por la Ciudad de México y otros seis municipios: Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco, Mixcoac y Villa de Guadalupe, teniendo un área de 220.6 km², superficie se escindió del Estado de México. El 20 de febrero de 1837 al cambiar a un gobierno central el Distrito Federal, como tal, desapareció; pero en 1846, la Constitución Federal fue restablecida y con ello reapareció el Distrito Federal. En 1854, Antonio López de Santa Anna, expandió la superficie del Distrito Federal de 220.6 km² hasta aproximadamente 1,700 km² anexando grandes zonas rurales y montañosas del Estado de México, con el fin de controlar los pasos montañosos estratégicos hacia la ciudad.
Finalmente entre 1898 y 1902 los problemas con los Estados de México y Morelos, terminaron con el establecimiento de los límites definitivos del Distrito Federal, disminuyendo su superficie a 1,479 km².
En la década de 1930 el gobierno decidió reconformar la administración interna del Distrito Federal, eliminando los ayuntamientos que lo conformaban, uniéndolos bajo el gobierno de la entidad, denominada el Departamento Central, que en las reformas de la década de 1970 se convertiría en el Departamento del Distrito Federal. En esta década también se aprobó la creación de las delegaciones en las que está dividida la ciudad.De los barrios como los de San Pablo,San Antonio Abad,el Salto del Agua,Santa María la Redonda,Peralvillo, del Carmen,San Lázaro,Candelarita de los Patos, el Distrito Federal se fue transformando para dar paso a las nuevas colonias: como la Juárez, la Roma, la Condesa de Miravalle, la Cuauhtemoc, El Imparcial,la Escandón,La Daniel Garza, la Santa Julia, la del Carmen y la de Obreros entre otras. Las demandas por mayor autonomía de sus residentes hicieron que en 1993 se aprobasen leyes de gobierno propias, la creación de una Asamblea Legislativa y la posibilidad de elegir directamente al jefe de gobierno de la entidad. También fue en ese año que se modificó por última vez el artículo 44 de la constitución para establecer el carácter jurídico de la Ciudad de México que se erige como Distrito Federal en la federación mexicana; es decir, sólo existe una población en la entidad, la Ciudad de México, que a la vez es el Distrito Federal como sede de los poderes de la Unión.
Tras la independencia la Ciudad de México era parte y capital del Estado de México. El 18 de noviembre 1824 el Congreso, decidió crear un Distrito Federal, una entidad distinta a los demás estados, para albergar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, territorio que no perteneciese a ningún estado en particular y así evitar la influencia excesiva de un estado sobre los demás de la federación sino a todos por igual.
El territorio del Distrito Federal se conformó por la Ciudad de México y otros seis municipios: Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco, Mixcoac y Villa de Guadalupe, teniendo un área de 220.6 km², superficie se escindió del Estado de México. El 20 de febrero de 1837 al cambiar a un gobierno central el Distrito Federal, como tal, desapareció; pero en 1846, la Constitución Federal fue restablecida y con ello reapareció el Distrito Federal. En 1854, Antonio López de Santa Anna, expandió la superficie del Distrito Federal de 220.6 km² hasta aproximadamente 1,700 km² anexando grandes zonas rurales y montañosas del Estado de México, con el fin de controlar los pasos montañosos estratégicos hacia la ciudad.
Finalmente entre 1898 y 1902 los problemas con los Estados de México y Morelos, terminaron con el establecimiento de los límites definitivos del Distrito Federal, disminuyendo su superficie a 1,479 km².
En la década de 1930 el gobierno decidió reconformar la administración interna del Distrito Federal, eliminando los ayuntamientos que lo conformaban, uniéndolos bajo el gobierno de la entidad, denominada el Departamento Central, que en las reformas de la década de 1970 se convertiría en el Departamento del Distrito Federal. En esta década también se aprobó la creación de las delegaciones en las que está dividida la ciudad.De los barrios como los de San Pablo,San Antonio Abad,el Salto del Agua,Santa María la Redonda,Peralvillo, del Carmen,San Lázaro,Candelarita de los Patos, el Distrito Federal se fue transformando para dar paso a las nuevas colonias: como la Juárez, la Roma, la Condesa de Miravalle, la Cuauhtemoc, El Imparcial,la Escandón,La Daniel Garza, la Santa Julia, la del Carmen y la de Obreros entre otras. Las demandas por mayor autonomía de sus residentes hicieron que en 1993 se aprobasen leyes de gobierno propias, la creación de una Asamblea Legislativa y la posibilidad de elegir directamente al jefe de gobierno de la entidad. También fue en ese año que se modificó por última vez el artículo 44 de la constitución para establecer el carácter jurídico de la Ciudad de México que se erige como Distrito Federal en la federación mexicana; es decir, sólo existe una población en la entidad, la Ciudad de México, que a la vez es el Distrito Federal como sede de los poderes de la Unión.
Etapa Virreinal (1521 - 1821)
Los españoles llegaron al territorio que actualmente es el Distrito Federal por Itztapalapan, en julio de 1519. Allí los recibió Cuitláhuac, que a la postre fue tlatoani de Tenochtitlan. Posteriormente siguieron su camino por la calzada de Itztapalapan, que unía la ribera sur de Xochimilco con el islote de México. En lo que hoy es la esquina de las calles de Pino Suárez y República de El Salvador, en el Centro Histórico de México, se encontraron Moctezuma Xocoyotzin y las tropas de Hernán Cortés el 8 de noviembre de 1519. Moctezuma les dio alojamiento en el Palacio de Axayácatl, su padre difunto, en contra de los consejos de Cuitláhuac y Cacamatzin. seis días después, el tlatoani mexica fue preso por Cortés. Unos meses más tarde, en 1520, Pedro de Alvarado (en ausencia de Cortés, que partió a Zempoala a combatir a Pánfilo Narváez) orquestó la famosa matanza de Tóxcatl, donde arremetió contra los tenochcas que a la sazón se encontraban celebrando una festividad en honor de Tezcatlipoca.
Este hecho fue el punto por el cual los mexicas rompieron hostilidades contra los invasores europeos. A consecuencia de ello fue muerto el tlatoani Moctezuma, en compañía de Itzcuauhtzin, señor de México-Tlatelolco. La muerte de ambos señores ocurrió en mayo de 1520. Según las crónicas españolas, Moctezuma fue muerto de una pedrada propinada por el pueblo enardecido. Según las crónicas indígenas, los españoles fueron los asesinos del tlatoani.
En sustitución de Moctezuma, Cuitláhuac, señor de Itztapalapan, fue elegido tlatoani de Tenochtitlan. Encabezando la resistencia contra a ocupación española, derrotó a los invasores y sus aliados tlaxcaltecas y zempoaltecas el 30 de junio de 1520, aunque no de manera contundente. Por aquella época también tuvo lugar una desastrosa epidemia de viruela, que se cobró miles de vidas, entre ellas, la de Cuitláhuac. Como sustituto de Cuitláhuac fue elegido Cuauhtémoc.
Los españoles se dirigieron al valle de Puebla-Tlaxacala para reponerse de la derrota. Allí se planeó la fase final de la conquista militar. Fueron construidos 13 berganitines con los que atacar a Tenochtitlan por el lago. Las poblaciones del sureste de la cuenca fueron arrasadas. Los españoles destruyeron el albarradón de Nezahualcóyotl y el acueducto de Chapultepec. El 30 de junio de 1521 arrasaron Tlatelolco. En julio, fue derrotado Coanácoch, señor de Texcoco. Finalmente, Cuauhtémoc se rindió el 13 de agosto de 1521.
Puesto que la ciudad de Tenochtitlán había quedado en un estado lastimoso, Cortés decidió establecer el gobierno español en la población de Coyoacán, al sur del lago de Texcoco. Desde allí gobernó con el título de Capitán General y Justicia Mayor y estableció el primer cabildo y ayuntamiento de América. Desde Coyoacán partieron las expediciones de conquista con el propósito de someter a los pueblos indígenas de los diversos rumbos de lo que sería el virreinato de Nueva España. En 1528 fue establecida la Primera Audiencia de México, encabezada por Nuño de Guzmán. En 1535 se creó el virreinato de Nueva España, siendo su primer virrey Antonio de Mendoza.
La Ciudad de México fue dividida en barrios (que se asentaron sobre las estructuras territoriales de los calpullitin mexicas). Las tierras situadas alrededor del lago fueron divididas en encomiendas, que luego se transformaron en ayuntamientos. Los pueblos de indios estaban situados originalmente en las orillas de las ciudades españolas, aunque con el paso del tiempo los límites fueron cada vez menos claros y los indios llegaron a vivir en los pueblos españoles, casi siempre por razones de trabajo. Al mismo tiempo que se fundaron diversas instituciones políticas en los nuevos dominios españoles, también tuvo lugar un proceso de aculturación de los naturales. Hubo una intensa campaña de latinización de los indios, encabezada primero por los franciscanos, que establecieron instituciones como el Colegio de Indios de Santiago de Tlatelolco. En ellos, los nobles indígenas aprendieron el latín, la doctrina de la iglesia y numerosas artes y oficios.
Durante la época colonial, la Ciudad de México se llenó de suntuosas construcciones, ya fuera para el culto religioso, como edificios destinados a la administración, o bien, residencias de la élite criolla y peninsular. En contraste, la mayor parte de la población, indígena, vivía en la miseria en los barrios de la periferia y los pueblos ribereños o montañeses. Mientras el centro de la ciudad era objeto de constantes hermoseamientos (como las remodelaciones del Zócalo, o la pavimentación de las calles, a costa de los viejos canales); en las orillas la gente vivía en casas de bahareque asentadas sobre cenagales.
La ciudad virreinal fue objeto de varias inundaciones (1555, 1580, 1607, 1629, 1707, 1714, 1806), resultado de la destrucción de los diques que la protegían durante el sitio de Tenochtitlán, de las cuales la mayor fue la de 1629. El 22 de septiembre de ese año, luego de 36 horas de lluvia, la ciudad amaneció anegada. Este hecho que llevó a tomar la decisión de desecar el sistema lacustre de la cuenca, por medio de la construcción de un canal y un tajo para dar salida a la cuenca por el río Tula.
Tras la ocupación francesa en España, el ayuntamiento de la ciudad de México se declaró simpatizante de la independencia de Nueva España. Las posiciones de los miembros del cabildo iban desde los muy moderados, que consideraban la separación debía ser temporal, hasta los más radicales como Francisco Primo de Verdad y Melchor de Talamantes, quienes pensaban que la independencia debía ser definitiva. La Junta de México contaba con el apoyo del virrey José de Iturrigaray. Sin embargo, un movimiento reaccionario puso presos a los miembros del ayuntamiento el 15 de septiembre de 1808 y consiguió la destitución del virrey. El licenciado Verdad fue asesinado el 4 de octubre de ese año, y Talamantes fue enviado a la prisión de San Juan de Ulúa.
Tras el inicio de la revolución independentista en Dolores, Guanajuato, el objetivo de las tropas insurgentes era la captura de la capital. Sus caminos los llevaron a las inmediaciones de la ciudad. Hidalgo y su ejército llegaron a Cuajimalpa poco tiempo después de proclamar la independencia en Dolores. Derrotaron a los realistas en la batalla del Monte de las Cruces, y a pesar de ello, los insurgentes decidieron volver al Bajío sin tomar la capital.
A partir de entonces, el valle de México no volvió a ser objetivo militar de los independentistas, y se había convertido en la plaza fuerte del ejército realista. Hacia 1820, cuando la revolución popular estaba casi extinguida, la Ciudad de México fue la sede de nuevos movimientos contra el gobierno virreinal. Esta vez, los conspiradores eran los mismos que habían logrado la destitución de Iturrigaray, que tras la aprobación de la Constitución de Cádiz vieron amenazados sus privilegios. Entre ellos estaba Agustín de Iturbide, quien selló un pacto con Vicente Guerrero (jefe de la insurgencia en el sur de México) y luego obligó a Juan O'Donojú a firmar el Acta de Independencia de México. El Ejército Trigarante entró triunfante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.
Etapa prehispánica (2000 a.C. - 1521)
La cuenca de México, está delimitada al sur y al poniente por las estribaciones de la Sierra del Ajusco, al norte por la Sierra de Guadalupe y al oriente por los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Ubicada a 2,240 metros de altura sobre el nivel del mar, esta región lacustre, caracterizada por su suave clima y riqueza de recursos naturales empezó a ser habitada desde tiempos remotos. Varios miles de años atrás, la cuenca de México junto con otras regiones de Mesoamérica fueron el sitio donde se desarrolló una de las más importantes revoluciones agrícolas de la humanidad, cuando se domesticaron en sus tierras el maíz, el tomate, la calabaza, el chile, el chocolate, entre otras importantes especies de animales y vegetales que con el tiempo constituirían parte fundamental de la dieta no sólo en el continente americano sino en amplias regiones de Europa y Asia.
Siglos más tarde, alrededor del año 1000 a.C. empezarían a florecer en las riberas del Lago de Texcoco varias villas y pequeñas aldeas dedicadas en un principio a la agricultura pero que con el tiempo verían surgir en ellas otras actividades como la cerámica y el comercio. La raíz de la prosperidad agrícola de estas aldeas estaba basada en el modelo de chinampa, un sistema de explotación intensiva de la tierra mediante la construcción de islas artificiales sobre los lagos de la cuenca que eran fertilizadas por el sieno y la materia orgánica depositada en el lago, y que contaba con una provisión permanente de agua que permitía tener varias cosechas al año. Este modelo agrícola estimuló la consolidación de sociedades teocráticas altamente desarrolladas de entre las cuales destacan especialmente la de Cuicuilco al sur del Valle de México y la de Teotihuacan al norte, esta última llegó a tener más de 100 mil habitantes en su periodo de mayor esplendor, siendo la ciudad más poblada del mundo en su tiempo y centro político, cultural y económico de una de las más influyentes civilizaciones de la América precolombina. Ambas ciudades sufrieron el embate de la fuerzas de la naturaleza, Cuicuilco vio su fin en medio de la lava y las cenizas ardientes del Volcán Xitle. Teotihuacan sufrió una sequía a consecuencia de la sobreexplotación de sus recursos naturales que junto con problemas políticos internos y la llegada de invasores de Aridoamérica, pusieron fin a varios siglos de hegemonía en el México Central.
Cientos de años más tarde, cuando el nombre de estas antiguas ciudades era ya fuente de inspiración de mitos y leyendas, la cuenca de México empezó a recibir nuevos grupos de pobladores pertenecientes a tribus provenientes del norte, que tenían como lenguaje común el náhuatl. Estas tribus se fueron abriendo paso entre los grupos que seguían habitando la región, aprendieron algunas de sus costumbres y técnicas agrícolas, estableciendo varias ciudades que con el tiempo formarían una compleja red de centros productivos y de intercambio comercial en todas las inmediaciones del Lago de Texcoco. Algunas de estas ciudades fueron Azcapotzalco, Culhuacán, Texcoco, Mixcoac y Tlacopan, entre otras, pero especialmente una, la más nuevas de todas, empezaría a adquirir gran poder hasta el punto de prácticamente igualar el esplendor que algún día tuvo Teotihuacan, se trataba de una ciudad fundada en un islote en medio del lago, su nombre era México – Tenochtitlan.
México – Tenochtitlan, cuyo nombre significa “en el ombligo de la Luna” fue fundada el 13 de marzo de 1356.Tras aprovechar varias oportunidades tácticas en medio de una serie de conflictos militares entre las ciudades ribereñas del Lago de Texcoco, Tenochtitlan rápidamente se convirtió en centro de un imperio que tras una intensa campaña de expansión amplió sus dominios a tierras tan lejanas como Chiapas y Centroamérica a lo largo de dos siglos, controlando gran parte del territorio de Mesoamérica desde las costas del Golfo de México al este hasta el Océano Pacífico al oeste. De esta manera, Tenochtitlan creció hasta convertirse en una de las más prosperas y pobladas urbes del siglo XV en el mundo, contando sus habitantes con servicios que eran desconocidos en esa época en la mayoría de las ciudades del viejo mundo tales como agua potable, drenaje, en otros. Sus calles eran amplias y pavimentadas, y estaban organizadas en torno a cuatro calzadas que partían desde una inmensa plaza en el centro de la ciudad hacia los cuatro puntos cardinales dando lugar a una ordenada cuadrícula ortogonal integrada por calles pavimentadas y canales por donde llegaban mercancías tanto de localidades ribereñas como de los puntos más remotos del imperio. En el centro de esta ciudad se ubicaba el centro ceremonial, mismo que se caracterizaba por sus altas pirámides realizadas en mampostería así como por las celebraciones rituales que incluían desde bailes y ceremonias hasta sacrificios humanos.
A principios del siglo XVI, en pleno esplendor de Tenochtitlan, un acontecimiento cambió para siempre la ciudad del mundo, el descubrimiento de América y años más tarde la expedición del español Hernán Cortés a territorios de la actual República Mexicana. Fue así que en 1519, tras haber recorrido gran parte de Mesoamérica con un pequeño ejército de españoles pero aliado con una gran milicia conformada por pueblos indígenas enemigos de Tenochtitlan, pero sobre todo portando consigo algunas enfermedades desconocidas en el Nuevo Mundo, como la viruela, Hernán Cortés fue recibido por el emperador Moctezuma II, quien fue apresado poco después.
Tras una serie de levantamientos populares y la expulsión del ejército español, Tenochtitlan fue sitiada en mayo de 1521 y después de sufrir durante tres meses la falta de agua y alimentos, así como el azote de las nuevas enfermedades traídas por los europeos, México – Tenochititlan cayó el 13 de agosto de 1521.
Desde la llegada de los seres humanos al valle de México, el territorio que actualmente ocupa el Distrito Federal ha sido un punto medular en el desarrollo de las sociedades que han vivido en lo que hoy conocemos como México. Los restos más antiguos de ocupación humana en el Distrito Federal proceden de sitios ribereños de lo que fue hace mucho tiempo el sistema lacustre conocido como Lago de Texcoco. Los más antiguos indicios de ocupación humana de este territorio proceden de San Bartolo Atepehuacan (Azcapotzalco), y corresponden al período Cenolítico Inferior (9500-7000 a. C.).
Posteriormente, bajo el influjo o a la sombra de la cultura olmeca, en los tres primeros milenios a.C. se desarrollaron en el territorio del Distrito Federal varias poblaciones que con el tiempo adquirieron gran importancia en la historia de Mesoamérica. Entre ellas están Tlatilco, localizada en la ribera norte del Lago de Texcoco, y en las faldas de la sierra del Ajusco, Cuicuilco. Hacia el final del período Preclásico, habían decaído muchos siglos después de la decadencia de Tlatilco, y por el inicio de la era cristiana, Cuicuilco había comenzado a ceder su hegemonía en el valle de México a la gran ciudad de Teotihuacan, localizada al noreste del lago de Texcoco.
Durante el período Clásico, Teotihuacan fue un imán que atrajo a la mayor parte de los pobladores de la cuenca lacustres, razón por la cual muchos antiguos pueblos preclásicos quedaron relativamente olvidados. Sin embargo, algunos de ellos hubieron de sobrevivir como satélites del área nuclear teotihuacana. Azcapotzalco fue el más importante de ellos, seguramente habitado por pueblos de ascendencia otomí. En el oriente del lago, el cerro de la Estrella fue la sede de un pequeño pueblo teotihuacano cuyos restos ya se conocían desde hace mucho tiempo. Los hallazgos arqueológicos en el sitio (ocurridos en el 2006) revelan que este pueblo fue más importante y mayor de lo que se pensaba.
Durante la época de decadencia de Teotihuacan (siglo VIII), sus antiguos habitantes la abandonaron paulatinamente. Algunos de ellos se fueron a radicar a las riberas del lago, donde fundaron pueblos como Culhuacán, Coyoacán y Copilco. Entre los siglos VIII y XIII, el territorio del actual Distrito Federal fue el destino de varias tribus chichimecas. Una de ellas, la de los toltecas, pasó por Culhuacán, donde recibió la herencia teotihuacana de sus pobladores. Años más tarde, la fusión de los toltecas y los colhuas dio lugar a la gran cultura tolteca, que dominó el valle de México y buena parte de Mesoamérica entre los siglos XI y XIII. Cuando cayó Tula, la capital de los toltecas, algunos grupos volvieron a radicar a Culhuacan, convirtiendo a esta población en el poder dominante en el sur del lago de Texcoco.
Hacia el siglo XIV habían llegado los últimos remanentes de los pueblos chichimecas. Se establecieron en las orillas del lago. Los últimos en arribar fueron los mexicas, que luego de merodear por la ribera y ser mal recibidos en la mayor parte de los señoríos, finalmente se establecieron en el islote de México. En ese sitio fundaron Tenochtitlan, la más grande metrópoli que conoció Mesoamérica. Tenochtitlan, junto con sus aliados de Tlacopan y Texcoco, dominaron un territorio amplísimo, de cerca de 300 mil kilómetros cuadrados. El florecimiento de Tenochtitlan fue interrumpido debido a la conquista española.
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